Debajo del mercado pasa una calle

Debajo del mercado pasa una calle y una barranca.

Un buen consejo

Un buen consejo: "cuide las plantas". Eso es precisamente lo que dice el letrero colgado del árbol.

El monumento a la Lámpara II

El monumento a la Lámpara es muy fotogénico. ¿Quien lo diría?

La era de las telecomunicaciones

Mas del mercado

Es imposible evitarlo: en ese lugar se encuentran demasiadas cosas.

Más cables

¿Acaso en esta ciudad no se puede ver el cielo sin toparse con una maraña de cables?

La Catedral

Toda ciudad en México que se precie tiene su Catedral. En esta, no deben faltar los cables y las antenas.

Pero si yo vine a jugar futbol

Una vuelta al parque, en cuatriciclo

El parque Solidaridad tiene un lago con patos, servicio de renta de cuatricíclos, columpios, juegos mecánicos, una biblioteca, un pedazo de playa para jugar voleibol, una pista de patinaje y una cancha de futbol rápido.

Tertulia

Una tertulia donde, seguramente, se habla de cosas importantes.

El castillo de la bruja

Árboles

Confundidos
cuerpos y labios,
yo no me atrevería
a decir en la sombra:
Esta boca es mía.

Xavier Villaurrutia.

Quién no ha escuchado su canto...

Quién no ha escuchado el canto del camión del gas, no ha estado en esta ciudad.

Resbaladillas

Resbaladilla: Mecanismo inmóvil que permite a su usuario deslizarse tranquilamente desde la infancia hasta la adolescencia.
Estas se pueden encontrar en el Parque Melchor Ocampo.

Estrellas en el mercado

Incluso de día, se pueden ver constelaciones y galaxias bajo el techo que cubre el laberinto del mercado más grande de la ciudad (?). Dicen que se incendió y todavía no han limpiado el hollín. Antes del incendio, un enorme mural colgaba sobre las cabezas de todos sus visitantes.

Centro Comercial Adolfo López Mateos

Dicen que hay mas de 5,500 puestos en el mercado del centro. En él, no es difícil perderse: geográfica o cronológicamente. Es todo un laberinto.

Una mezquita en la ciudad

¿Moros en la costa? ¿en la colina? Si te descuidas, entre un parpadeo y otro, puedes estar en Casablanca o en Rabbat; aunque solo vengas descendiendo la Avenida Domingo 10.

¿Quién inventó todo esto?

Parapetada tras una barda onírica de roca volcánica y cemento. Cerrada todas las veces que la he ido a visitar. Por suerte, la barda no es tan alta. Fue John Spencer (1928-2005) escultor inglés que habitó esta ciudad desde el 67. A él le seguiremos la pista más adelante. Por cierto, el templo es el de los 3 Reyes Magos.

El monumento a la Lámpara

La glorieta de Tlaltenango, punto de referencia insustituible para los habitantes del norte de la ciudad, goza de un mejor nombre: El monumento a la Lámpara. ¿Qué otro nombre podría llevar tan elevada pieza de escultura, homenaje a todas y cada uno de los candiles que iluminan nuestro cotidiano?

Glorieta del Zapata

Si bien esta ciudad tiene varias puertas, la más conocida, por locales y fuereños es la Glorieta del Zapata. En ella, la figura de un héroe nos da la bienvenida.